El pasado 12 de julio de 2018 se presentó en El Colegio de San Luis el proyecto El patrimonio tangible e intangible del Estado de San Luis Potosí. Una propuesta para conocer y promover el cuidado del legado natural, histórico y cultural, cuyo objetivo principal es hacer un diagnóstico y acercar a los potosinos a su conocimiento y protección de su entorno.

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Fotografía de Gerardo Sanchez Vigil

El punto de partida es la elaboración de un diagnóstico sobre la situación que guarda este patrimonio en el estado, con el fin de diseñar un proyecto que permita la elaboración de propuestas para su conservación y en la medida de lo posible su recuperación.

En este proyecto coordinado por los investigadores Sergio Cañedo y Mauricio Guzmán por parte de El Colegio de San Luis; Juan Ortiz Escamilla de la Universidad Veracruzana y Patricia Moreno y Sergio Guevara del INECOL, se busca incentivar el diálogo interdisciplinario entre los investigadores de diversas instituciones académicas como El COLMICH, IPICYT y la UASLP, entre otras.

Una de las principales tareas de este equipo interinstitucional e interdisciplinario es el de plantear alternativas de solución a problemas complejos relacionados con el deterioro por el inadecuado manejo de los ecosistemas, la biodiversidad y los patrimonios tangibles e intangibles en el Estado.

Para ello será necesario identificar los sitios y lugares emblemáticos, proveedores del sustento básico para la supervivencia humana y de la flora y fauna silvestre, incluyendo las zonas arqueológicas, paisajes culturales, asentamientos e infraestructura con valor histórico, además del patrimonio intangible.

Este proyecto tiene como antecedentes dos investigaciones que han resultado importantes casos de éxito. La primera se realizó durante 2002 y 2006 en la cuenca de Tepalcatepec en el estado de Michoacán. Su propósito fue buscar formas que contribuyeran a revertir el deterioro ambiental y cultural en esta zona. En esta investigación participó un grupo de investigadores del Colegio de Michoacán, conjuntamente con 18 instituciones.

La principal aportación fue la elaboración de un modelo integral, para el estudio, sistematización, revaloración y apropiación del patrimonio natural, histórico y cultural, así como la certificación de la marca colectiva del queso Cotija y de la región de origen.

Este modelo fue posteriormente utilizado en la segunda experiencia a inicios de la década de 2010, en las diferentes cuencas hidrológicas del estado de Veracruz; esta segunda experiencia contó también con la integración de un grupo de trabajo interinstitucional e interdisciplinario.

Teniendo como fundamento estas dos exitosas experiencias es que ahora se busca desarrollar en el Estado de San Luis Potosí un proyecto similar.